martes, 13 de abril de 2010

La mujer de fuego

Soy la mujer de fuego la que domina el placer y la seducción propias de un súcubo bajo mi mirada te encontraras desamparado pobre diablo, no sabes en el camino de quien te encontraste. Soy la mismísima reencarnación de la lujuria, directa descendiente de el más puro y placentero de los pecados, junto a mi descubrirás como se puede arder de pasión en un segundo y al siguiente convertirse en un tierno momento que mi fuego gravara en tu memoria, pobre de ti que me probaste y ahora cualquier mujer te parece poca cosa comparada con aquellas noches de éxtasis que te ofrecí. 

Tu elegiste apartarme de tu camino y ahora estas perdido dando vueltas una y otra vez y llorando como un perrito abandonado que busca su casa para encontrarse a salvo de el cruel mundo que le rodea. Mientras duermes sientes mis manos recorrer tu espalda desnuda, haciéndote sentir aquel escalofrió tan placentero mientras acababa jugueteando con mis dedos en tu cabello despeinado, lo recuerdas como si fuera a tus más profundos sueños a revivir cada momento que pasamos juntos. Deseas verme aparecer con ese traje trasparente que siempre te volvía loco, pero despierta! no soy yo solo es un recuerdo, un ensoñamiento de lo que fui una vez para ti. Cada noche fui tuya! pero que pasó.. Me marche.. Ya no seré nunca más tu mujer, no estaré cautiva de tus abrazos y vivirás envenenado por cada noche de pasión que te di. Pobre diablo me compadezco de ti y te entrego mi último beso, largo pasional profundo, se que te encanta el jugueteo de nuestras lenguas, lo siento en cómo me abrazas contra ti, pero sabes qué? esto ya se acabo todo llega a su final, todo muere y yo como todo la de este mundo también acabo pero contigo.. cada noche desearas que duerma a tu lado pero yo eso no puedo dártelo, el motivo? sencillo, no puedes atar mis pequeñas alas, necesito volar lejos de ti estar en otros brazos sentir más labios contra los míos en definitiva renacer como un fénix, soy fuego! el fuego necesita madera nueva para que su llama no se apague, aunque habeces se regodee con un cacho de madera hasta que no quedan más que cenizas y ascuas , antaño solías ser un torbellino de aire fresco para mí, pero ahora... no eres más que cenizas rutinarias.
Soy la mujer de fuego y este es mi camino... el diablo me acompaña como fiel amigo, quererme a mi es aceptarme con todo lo que traigo a mi espalda, no soy un ángel y tampoco pretendo serlo aunque habeces me divierta disfrazándome de tal y engañando a pobres inocentes hasta hacerles caer en el abismo del placer que les proporciona este "ángel" con cuernos que se toparon en un momento de su vida.
Ahora me encuentro en el siguiente cruce de caminos busco una nueva víctima.. Probablemente seas tú! el que acabara sufriendo de mi ausencia en tu lecho, mi firma? recuerdas esos arañazos que te proporciono en tus hombros o tu pecho cada vez que llegamos al punto álgido de la noche, pues es mi firma cada moche sentirás esas placenteras marcas sentirás cada caricia cada parte de tu cuerpo que acariciaron mis manos ardera en deseos de que alguien de manos delicadas recorra tu piel y desearas sentir mis labios y mis suaves y firmes mordiscos que tanto te hacían desearme.
Lo ves.. Piénsalo bien... crees que encontraras alguien que te lo que yo te di durante tanto tiempo, pudiste llegar a pensar que podrías domar mi espíritu salvaje, pues lo conseguiste y parte de él se quedo contigo, pero no pudiste atarme no como tu querías. Por eso estas condenado a desearme cada noche y revivir cada encuentro que tuvimos en tus sueños, tu cuerpo, tu mente e incluso tu alma están marcados por mí, me perteneces, acaso no lo sospechabas? pobrecito... ahora lo sabes confirme tus temores, tu maldición, me desearas hasta que el fuego te consuma y ardas con la desesperación que te corresponde por ser el idiota que dejo que me fuera.. Es tu gran momento grita! ahora no tienes perdida ya sabes que solo cuando yo quiera me vas a tener serás mi esclavo, seré tu droga dosificada cada mucho tiempo, la necesidad te consumirá y solo cuando te vea derrotado te daré nuevas fuerzas para que vuelvas a caer con más fuerza cada vez... así que paciencia.. Pronto todo tendrá final o no?

miércoles, 24 de marzo de 2010

La Luna


La luna se alzaba con todo su esplendor, reinando la noche donde crueles batallas eran llevadas a cabo. El silencio de la noche solo era perturbado por los ladridos lastimeros de los licántropos que inútilmente pedían piedad con sus voces desgarradas por el dolor que les producía cada golpe que recibían. Sobre sus rotas voces la risa de un gran guerrero se escuchaba, carcajadas que humillaban a sus rivales que caía bajo el poder de sus golpes, desplomándose mientras su sangre cubría la armadura del vampiro. Cada golpe hacia desplomarse al enemigo... así se alargaban las luchas casi hasta el amanecer aniquilando a aquellos lamentables licanos que se hacían llamar los destructores de todo vampiro que osara encontrarse a su paso. Pero al toparse con este gran y despiadado vampiro solo hallaban su fin.
Cada día antes del amanecer el guerrero regresaba al castillo donde junto con sus compañeros toma unas copas y se divertía con las anécdotas que cada uno traía del campo de batalla, se mofaban de los lloriqueos que emitían los licanos antes de que les asestaran el golpe de gracia que acabaría con sus miserables vidas. Así trascurrían las últimas horas del día, entre copas y risas asta ha veces bien entrado el día.
Pero el gran guerrero cada noche se retiraba del salón, llevándose consigo a una joven vampira de ojos esmeralda, ambos se iban a su rincón preferido, aunque cualquier lugar donde podían estar juntos era perfecto, pero aquella terraza solo fue hecha para ellos dos. Durante horas se quedaban abrazados mirando la luna y las estrellas que observaban a la pareja deshacerse en abrazos y apasionados besos. Ella rodeada por los fuertes brazos de él se sentía segura, en sus ropas podía oler restos de la sangre de aquellos licanos que habían dado se vida por una causa perdida que se mezclaban sutilmente con el aroma que el cuerpo de el desprendía, ese olor que la embriagaba, la extasiaba y hacia que en su interior la sangre la hirviera deseándole mas a cada momento.
No le temía, pese a ser mucho más grande que ella, mirándole con sus verdes ojos se acercaba al poderoso guerrero que la esperaba añorando sus labios mientras la cargaba contra su cuerpo se besaban profundamente, ella mordía los labios de el dándole pequeños tirones. La respiración de ambos se aceleraba a medida que los besos se intensificaban y sus cuerpos lentamente se veían desprendidos de las ropas que tanto les molestaba para poder sentir la piel del uno contra el otro, ese calor que el cuerpo del otro desprendía, era tan cálido que nunca se querían separar. Sus labios solo se separaban lo justo para tomar el uno el aliento del otro para volver a juntarse, sus lenguas jugaban batallando entre ellas. Los ojos de ambos no dejaban de mirarse, el fuego de la pasión ardía en ellos, con cada caricia, con cada roce de su cuerpo el deseo se hacía mayor. Solo querían sentirse ser el uno para el otro. No buscaban que el resto comprendieran lo que entre ellos dos sucedía ellos así eran felices.
Ella cada noche le esperaba viendo como cada minuto se hacía eterno sin tenerle a su lado, el no importaba donde estuviera o a que guerra tendría que partir, cada noche sin excepción regresaba amparado por la noche junto a su vampira. Se recibían con un fuerte abrazo, el palpitar de sus corazones se aceleraba solo estando abrazados.
Suavemente rozando los labios por el cuello del los finos colmillos de ella marcaban el fuerte cuello del guerrero dos suaves hilos de sangre brotaban de las marcas. Finas hebras que ella rozando con su lengua recogía y manchando sus labios con la sangre le besaba pasionalmente dejando que el sabor de la sangre invadiera la boca de ambos, cosa que hacía que los besos se intensificaran mientras las manos acariciaban sus cuerpos bajo las finas ropas que llevan bajo las armaduras.
Un rastro de ropas tendidas por el suelo llevaba a la pareja de vampiros, que  sumergidos en un éxtasis de caricias besos y mordidas, se olvidaban del mundo que les rodeaba solo existían ellos dos. Las caricias se intensificaban una tras otra las palabras susurradas daban paso a suaves jadeos. La lengua de ella bajaba por el torso suavemente saboreando la salada piel de él. Pasando su sabor por sus labios, nada sabía mejor que él. Las manos de el guiaban suavemente a ella en su descenso mientras que la observaba mirándola con dulzura. El brillo de la luna resplandecía en la piel de los amantes cuyos cuerpos eran bañados por aquella tenue luz. Lo bastante fuerte para que ambos vislumbran  en los ojos el uno del otro el fuego del amor que ardía dentro de ellos.
Así pasaban las noches día tras día siendo felices en du lugar apartado del mundo, acabando tendidos sobre el suelo mientras que el gran guerrero abrazaba con fuerza y ternura a la joven, que se sentía segura con él. El amanecer les hacia regresar a la realidad cuando escuchaban la fuerte voz de uno de sus compañeros avisando de la proximidad de la salida del sol y así recogían sus vestimentas tras pasar una noche más en brazos de la más pura de las pasiones y se disponían a descansar para  prepararse para otra noche de batallas y pasión.

viernes, 26 de febrero de 2010

Sinkope

 A falta de inspiracion buenas son canciones, esta es otra que me gusta mucho y espero que al igual que a mi a vosotros os guste ^^

Le voy a cobrar a tus labios tus miradas
por descarada y pa’ sentir
y poder vestir con tu sonreír mis raidos rincones
donde duermen las flores que huyen del jardín de mi umbrío corazón
y entre tu sol y limpie mi cielo de nubarrones
que mi sangre impone alegres canciones pa’ entrar en escena
y ser larguen mis penas por los callejones que dan al olvido
y acuda desnuda en mis noches oscuras tu luna llena
y alumbre las aceras donde hago hogueras pa’ trillar el ruido
que hacen las cadenas que arrastran la arena de mis bolsillos
y pa’ mi triste playa quiero tus olas, pa’ mi fuente seca, 
tu manantial
me noto sediento y va siendo hora de ponerse al lio y beber
 del rio que hay en tu mirar
y espantar al frio que venía conmigo, lo voy a quemar
y brindar por tus ojos los cuales me arrojo ya puedes mirar
que vengo vestido para que me empiecen a desnudar
tus manos, tus manos…
Le voy a cobrar a tus labios tus miradas
por descarada y por placer
Pues quiero tejer mi amanecer con tu mañana
y me invadan las ganas de arder en tu piel y probar tu calor
Y con tu olor bordar el aura que nos acompaña
Y notar que sanan las grietas que abre el puto dolor
cuando rompen las ramas de mi árbol
se resfría en invierno y no da sombra en verano